MONÓLOGO DE EL COMERCIO
Hola
hoy hablaré sobre…
¡EL
COMERCIO!
Una
forma muy exagerada de vivir. Mientras
las mujeres hacen la compra los hombres se quedan en casa jugando a la “play” u
otros juegos virtuales. Recuerdo que una vez fui a un bazar chino y pregunté por
hojas de colores o una cartulina también valía y me dice– Si, si pasillo “tles”
le pregunto- ¿Me indica, el pasillo “tles”?
Allá vamos,
por fin saldré del lugar.
Me
indica las cartulinas quiero de color blanca empiezo a buscar y me mira
fijamente la mano ¡Como si yo fuera un roba bancos.
Cojo la
cartulina y de cambio me da un céntimo cuando debería haberme dado 95.
Además
dicen que las pilas son toxicas yo llevo una en el bolsillo y no he explotado
la vida es difícil y hay que superarla.
Alejandro Fong
Monólogo: MI DESORDEN
Hoy
os voy a explicar mi monologo sobre mi desorden.
Yo
soy una persona un poco desordenada, pero para mí, mi desorden está ordenado.
Me
molesta cuando mi madre ha arreglado ese desorden. A mí me gusta mi desorden
porque forma de la decoración de mi
habitación. Dentro del armario tiene
que estar con el mismo desorden que la habitación si no es así el resto de la
habitación desentona. Dentro de ese pequeñito desorden, yo sé dónde está todo:
mi móvil debajo del montón de ropa, todos mis zapatos escondidos debajo de la
cama, las libretas amontonadas en la
mesa (típico de nuestra edad), la ropa tirada encima de la cama...que soy desordenada, bueno y cuando abro el armario
tengo que ir con cuidado de no tener la sorpresa de que la ropa me caiga
encima. Pero esto tiene su parte positiva que de vez en cuando encuentro cosas
que ni me acordaba que tenía.
Natalia Calvet Cerdà
LOS MUEBLES DEL IKEA: LAS Instrucciones
¿Quién
no odia comprarse un mueble que según los anuncios se monta en dos segundos, y
cuando de verdad intentas montarlo, no hay manera de hacerlo? No se vosotros,
pero yo sí. Estás un domingo viendo una película de antena 3, y justo en el
momento más interesante hacen anuncios. En uno de esos muchos anuncios que este
canal hace, aparece un anuncio de IKEA, dónde se nos presenta una mesa de
estudio plegable, original y fácil de hacer. En las dos primeras cosas estoy de
acuerdo, pero en lo de “fácil de hacer” protesto, es totalmente mentira a no
ser que seas mecánico o ingeniero y te dediques a montar muebles y otras cosas.
Todo esto lo estoy contando porque el otro día me compré esa fabulosa mesa.
Cuando estoy abriendo el paquete ansiosamente, me encuentro con millones de
piezas enanas y diminutas y a su lado, una enciclopedia llamada instrucciones.
Como comprenderéis, un libro repleto de instrucciones en todos los idiomas
existentes, no es muy apetecible de leer, así que decidí no leérmelo. Me basé
en una pequeña foto que salía en el casi libro y empecé a montarla. Me estuve
día y noche intentando montar este objeto tan bonito pero difícil de hacer. Los
tornillos eran pequeñísimos y se me perdían todo el rato. Hasta que finalmente
me di cuenta que debía de empezar a leerme el diccionario, enciclopedia,
testamento o vete tú a saber qué era eso. Y cuando ya me he acabado de leer
todas las instrucciones y está todo a punto para montarlo, me doy cuenta de que
me falta una de las piezas más importantes, un tornillo que sujeta una de las
patas. Total, que me estuve todo el día con la mesa, y acabé sin hacerla.
Jan
Durán
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